La
seguridad en un e-Commerce es fundamental para garantizar la confianza de los
compradores así como para evitar ataques informáticos y el fraude electrónico.
Esto es fundamental para el éxito de un negocio con presencia digital.
Uno de
los errores comunes de
empresarios primerizos es el no tomar en cuenta las pequeñas letras
al darnos de alta en algún boletín o servicio publicitario. Si bien estos
parecen inofensivos (Y lo son la mayoría de las veces) lamentablemente, hay
muchas empresas que utilizan estos datos de forma poco honesta, llegando
incluso a venderlos a terceros. Es aquí cuando empezamos a recibir publicidad
fraudulenta, poniendo en riesgo nuestra seguridad financiera. Además, si somos
dueños de empresas, es probable que tengamos una base de datos de nuestros
clientes. Si esta información llega a manos indebidas puede afectarlos a ellos
también.
Invierte
en protocolos y sistemas de seguridad.
Sobre
todo si aceptas pagos en línea. Si tu servidor no es seguro puedes verte
atacado por algún pirata informático, que con acceso a todos tus datos
bancarios puede destruir en un día aquello por lo que has trabajado tanto.
Asegúrate que en tu página y en la de tus proveedores aparezca la leyenda
https:// al inicio.
Siempre
utiliza redes seguras:
No
inicies sesión en tus cuentas en una red pública o compartida, y no está de más
que de vez en cuando un especialista en sistemas revise la conexión a internet
de tu empresa. Reporta también cualquier anomalía o actividad sospechosa que
detectes cuanto antes.
METODOS DE PAGO
A
pesar de que los protocolos de seguridad de pago cada vez son más certeros, el
principal motivo por el que muchas personas no recurren al comercio electrónico
es la desconfianza al entregar sus datos. Y es que es comprensible este miedo
si tomamos en cuenta que muchos sitios online no son de fiar y es difícil en un
principio distinguirlos. Inclusive sitios que pueden tener una intención segura
pueden verse atacados por hackers y comprometer la integridad de los datos de
sus clientes.
Es
por esto que cada vez más empresas han optado por crear nuevos sistemas de
seguridad más difíciles de corromper.
Teniendo
en cuenta que en la actualidad utilizamos distintos dispositivos para iniciar
sesión en una misma cuenta, es difícil identificar si se está cometiendo
suplantación de identidad, sobre todo al hacer pagos. Tomando esto en
consideración, las empresas de seguridad han evolucionado hacia el uso de
características biométricas tales como el iris, las huellas digitales o los
rasgos faciales.
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